Nuestros Valores

Misión de la Escuela

“Aplicar la pedagogía Waldorf para educar niños, niñas y jóvenes, en colaboración estrecha con nuestras familias, buscando la formación de seres humanos de pensamiento libre y balanceado entre la voluntad, el sentir y el pensar, capaces de dirigir su continuo desarrollo y construir una sociedad en armonía”.

Nuestros valores

Gratitud

Los maestros y maestras trabajan todo el día y todos los días en un ambiente que promueve en los niños y las niñas la necesidad de dar gracias por todo lo que a través de sus padres y madres, sus maestros y maestras, sus compañeros y compañeras y a través de su entorno natural les ha sido otorgado.  Constantemente se recitan versos y pequeñas oraciones dando gracias y se fomentan las expresiones de agradecimiento cotidiano.  Esta práctica debe ser reforzada en los hogares para lograr consistencia en la información que reciben los y las estudiantes a lo largo de su desarrollo.

Solidaridad

El Centro Educativo Waldorf Turrialba es un sistema que trata de integrar a todos aquellos que deseen ser parte de él, sin distinción de raza, credo o situación socioeconómica.  Donde el compartir sea parte de la vivencia diaria en la escuela, en la casa y en la comunidad.  Donde aprendemos que la interacción con otros debe darse en términos de aquello que yo puedo aportar sin esperar recibir recompensa por ello.

Puntualidad

Sin caer en la prisa del ritmo de las sociedades actuales, queremos desarrollar el compromiso hacia el respeto del orden establecido y promover una cultura de orden, donde los tiempos son importantes dentro del ritmo de todo el sistema.

Respeto

Por la vida, por la individualidad y la libertad de todos aquellos con los que compartimos.  Por la naturaleza, sus plantas, animales, seres vivos y por los recursos que nos permiten existir.  Respeto por las pertenencias físicas y espirituales de las personas, por la escuela y todo lo que en ella está.

Honradez

Al niño y la niña se le enseña que todos tenemos la necesidad actuar siempre con estima y respeto por uno mismo y con apego a las normas sociales y morales.  Por tanto, es durante los periodos de juego con sus compañeros, durante los momentos de compartir y en el salón de clase donde los maestros y maestras tienen la oportunidad de reforzar estas actitudes en los niños y niñas.

Sinceridad

Anteponiendo la verdad en todas las formas de comunicación que se establecen entre los niños y niñas con sus compañeros y compañeras, entre estos con sus maestros y maestras y entre los maestros y las familias.  Sinceridad en los lazos que se establecen entre las familias y entre todos estos componentes con la comunidad y con todos los seres que nos rodean.

Obediencia

Durante el periodo escolar, el niño o niña debe aprender a observar al maestro o maestra como la figura de respeto que debe obedecer.  Esta obediencia se refuerza en un ambiente de respeto mutuo entre el educador y educando para que se dé en forma natural y no como una exigencia para el niño o la niña.  Para este valor se requiere que las familias, refuercen en los niños y las niñas la figura de autoridad delegada sobre los y las educadoras de la escuela.

Tolerancia

En un ambiente de multi-culturalidad, con familias de distintos orígenes geográficos, culturales y religiosos, nuestros maestros y maestras trabajan en forma ardua para crear un ambiente de respeto hacia todas las personas y sus diferentes formas de interactuar.  Esto preparará al niño y niña para desenvolverse sin problemas al insertarse en diferentes ambientes durante todo su desarrollo.